INICIACIÓN A LA TEORíA DE LA LITERATURA

Estudio realizado en 2002

 

Texto de apoyo: " De lo que conteció a un rey con un su privado ", exemplo I° de El Conde Lucanor de don Juan Manuel (1335).

 

Introducción

I. La complejidad del proceso de comunicación de los elementos extratextuales:
sujeto productor, texto y sujeto receptor.

II. La complejidad del proceso de comunicación de los elementos intratextuales
o sea, entre el narrador, la narración y el narratario.

Conclusión

 

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Introducción

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        En plena meditación metafísica, Voltaire decía: " Le monde m’embarrasse et je ne puis songer qu’une telle horloge existe et n’ait pas d’horloger ". Tal metáfora acerca de la complejidad del universo la podemos aplicar al texto en general que es un sistema complejo ya que supone a un creador (aun desconocido) que vea en su obra alguna utilidad para sí mismo y para el futuro posible lector. A semejanzas de un relojero, la faena del escritor consiste en reunir todas las piezas necesarias para la confección del texto. Cualquier persona no puede cumplir con esta tarea pues no basta con mezclar las piezas internas del sistema para lograr organizarlo. Don Juan Manuel sí: cumplió con esa tarea en 1335. Pero, ¿cómo es posible que una obra tan antigua como la de El Conde Lucanor todavía pueda ejercer influencia alguna en los lectores de hoy en día? Nos proponemos estudiar esto con el primer exemplo de la obra de don Juan Manuel subrayando primero la complejidad del sistema relacional entre el sujeto productor, el texto y el sujeto receptor al nivel de la escritura y, analizando luego, el desdoblamiento del sistema al nivel de la narración.  

 

        I. La complejidad del proceso de comunicación de los elementos extratextuales: sujeto productor, texto y sujeto receptor.

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        El texto es un conjunto de elementos extratextuales e intratextuales coordinados entre sí. Aunque vamos a estudiar cada elemento constitutivo del texto, siempre conviene recordar, a lo largo de nuestro análisis, que los elementos constitutivos del texto son interdependientes los unos de los otros.

 

        A. El sujeto productor

        El sistema relacional entre el sujeto productor (o sujeto alfa), el texto y el sujeto receptor (omega) es muy complejo. En el caso de El Conde Lucanor, don Juan Manuel pretende en el prólogo ser el sujeto productor del libro. No olvidémonos de que hasta el siglo XIX, el autor es un demiurgo. Don Juan Manuel vive con plena vigilancia el hecho de ser escritor y podemos notar en el prólogo general que parece muy preocupado por la transmisión correcta de su obra y por eso, advierte a sus posibles lectores que no le achaquen los errores de los copistas, porque " en los libros contesçe muchos yerros en los trasladar " (1). En efecto, hasta la invención de la imprenta, desempeñaban los amanuenses un papel muy importante en la transmisión de una obra. El libro-objeto que tengo yo, estudiante del siglo XXI, no es exactamente la obra de don Juan Manuel (DJM) sino que es el producto de un conjunto de personas: el autor-escritor (DJM), los diferentes copistas, los editores, los ilustradores etc. Así, el sujeto productor no es único sino que consta de varias personas que contribuyeron cada una a la elaboración del libro-objeto final. DJM no es más que el núcleo del sujeto productor.

 

        B. El texto

        El texto es el intermediario entre el sujeto alfa y el sujeto omega. Es el resultado de un doble proceso de producción-recepción. El sujeto productor ejerce una mirada autocrítica sobre el texto; así, es el primer receptor del texto. DJM parece ser consciente de la complejidad del código textual. Por eso, decidió adoptar tres discursos diferentes con el fin de poner su obra al alcance de cualquier lector: libro de los ejemplos, los proverbios, el sermón final. Además, el libro de El Conde Lucanor es un bildungsroman, un manual completo de educación a través de una pedagogía ascendente. La narrativa de DJM se inscribe dentro de la literatura didáctica en la cual las tres finalidades son heredadas de la tradición de la retórica aristotélica: el doccere, delectare, y movere al lector.

 

        C. El sujeto receptor

        El tercer elemento de comunicación extratextual es el sujeto receptor. El texto va a actuar en el sujeto receptor quien va, a su vez, a actuar en el texto en el sentido en que va a emitir un juicio sobre lo producido por el sujeto alfa. El texto nada sería sin la mirada del sujeto receptor quien, a cada lectura, da nuevas significaciones al texto. Por ser un sistema abierto el texto es el lugar privilegiado del intercambio de informaciones con los diferentes contextos. A mi parecer, el lector del siglo XIV era, por el hecho mismo de saber leer, culto y estoy segura de que entendía ciertas sutilidades del texto que ni siquiera el mejor medievista de nuestro mundo actual pudiera percibir. En cambio, el paso del tiempo desempeña un papel y no de los menores en el sujeto omega pues la carga simbólica del texto aumenta y con ella, la complejidad del sistema va multiplicándose. Así, cada elemento extratextual (sujeto productor, texto y sujeto receptor) es importante porque forman parte de un complejo sistema de comunicación en el que existe una interacción constante entre cada elemento.

 

        II. La complejidad del proceso de comunicación de los elementos intratextuales o sea, entre el narrador, la narración y el narratario.

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        Sin embargo, el proceso de comunicación no es menor complicado a nivel del relato. El texto es un conjunto complejo de elementos intratextuales solidarios entre sí.

 

        A. El narrador

        DJM juega con las instancias narrativas. Podemos distinguir tres niveles de ficción. El primer nivel extradiegético remite al DJM del prólogo y lo encontramos de nuevo al final del fragmento propuesto, a partir de la línea 88 y con los versos gnómicos. La conversación entre El Conde Lucanor y su consejero Patronio, l. 2-6 y l. 84-87, representa la ficción didáctica. Por fin, el exemplum central representa el tercer nivel que es intradiegético (l. 7-83). Podríamos esquematizarlo como sigue:

gráfico 1

        Gráfico 1.

 

Así, el narrador se desdobla cada vez que tenemos una " mise en abîme " del texto.

 

        B. La narración

        En cuanto a los elementos constitutivos de la narración, el espacio, el tiempo y los personajes tienen una función referencial y simbólica. Como vamos a verlo en el esquema siguiente, cada vez se reproduce la situación-marco entre Lucanor y Patronio que representan la dualidad interna existente en DJM:

El exemplum 1: una metáfora de las fuerzas existentes en el interior del hombre.

Gráfico 2. Una metáfora de las fuerzas existentes en el interior del hombre.

 

¿Cómo desengañar al engañado? Con un nuevo engaño. Con el transcurso de los años, se fue enriqueciendo la prosa manuelina. Se considera que Patronio y Lucanor simbolizan las dos facetas de una misma persona: don Juan Manuel. Lucanor representa al hombre político y Patronio, al hombre privado (metáfora del interior del hombre).

 

        C. El narratario

        Por fin, el tercer elemento intratextual es el narratario o sea, el destinatario de la narración. En el fragmento propuesto, puede haber varios narratarios. El narratario de la narración interpolada (o sea, el exemplum) puede ser intradiegético (Lucanor que escucha el consejo del privado) pero también y sobre todo extradiegético. El interés de este fragmento estriba en los diferentes alcances que adquiere. Primero, es una lección política: el medio público se caracteriza por el engaño y lo privado, por la confianza. Alcanza una dimensión filosófica: cada uno tiene que ser su propio Patronio. Por fin, tiene una dimensión cultural pues se inscribe dentro de una tradición oriental. Al propósito, J. Manuel Blecua nos dice que la fuente de este ejemplo procede de una parábola del cap. IV del Barlaam y Josaphat (2). Por mi parte, cuando leí este exemplum, me extrañó mucho la semejanza del fragmento con la historia del profeta Daniel (Biblia, Libro de Daniel 6: 4 - 27) cuando los consejeros del rey Darius (en Persia) intentaron engañarlo por celosía. Así, cada lector no puede sino sentirse concernido por el mensaje expresado por medio de la lengua (código), de la tradición literaria y de la retórica (subcódigo) propio del autor y referido a su mundo cultural (ideología).

 

            Conclusión

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        La influencia de una obra estriba en el proceso mismo de comunicación existente entre los diferentes elementos extratextuales (sujeto productor, texto y sujeto receptor) e intratextuales (narrador, narración y narratario). He aquí un cuadro de Angelo Marchese que bien sintetiza este mecanismo de producción-recepción narrativa (3).

 


Instancias / Niveles

Emisión

Mediación

Recepción


Comunicación
intratextual

Narrador

Autor implícito

narración

código

Narratario

Destinatario


Comunicación
extratextual

Autor ideal

Escritor

código

texto

Lector ideal

Lector empírico

                                                         Gráfico 3.

 

Así, el texto es un medio de comunicación que hoy en día podemos comparar con la internet: es como si fuera el texto en el centro de una tela de araña en la que cada elemento remite a otro. Si el proceso de comunicación-identificación es complejo es porque la literatura siempre desempeñó un papel sociológico importante.

 

    (1) Don JUAN MANUEL, El Conde Lucanor o Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor et de Patronio, Madrid, Editorial Castalia, 1969, p. 45.
    (2) Idem, p. 52.
   
(3) Angelo MARCHESE y Joaquín FORRADELLAS, Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria, Barcelona, Editorial Ariel, 2000 [1986], p. 277.

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Estudio realizado en 2002